martes, 7 de febrero de 2012

Siento que besarte es un asunto de vida o muerte.

Paz en la tierra, y guerra en la cama.

Calada a calada, poquito a poco.

Se me acaba la noche, la salud y el dinero.

No te pierdo de vista y ya te echo de menos, no quiero ningún gramo que no sea de tu cuerpo.

Oh yes.

Pero esa boca papi, yo la quiero pa' mi.

¡Mírame!

Me resbala si follas o fallas. Si estudias o prefieres trabajártelas. Si odias los domingos o si cuentas por ahí que yo estaba loca por ti. Si eres victoria o fracaso. Si te sigue faltando cerebro o te sigue sobrando de ahí abajo. Si bebes para divertirte o para olvidarte. No me han quedado cicatrices de la hostia que me pegaste, ni lugares, ni paisajes. Ni canciones que recordar, ni canciones para recordarte. He aprendido la lección bien aprendida a base de palos y no me han quedado ganas de volver a verte, ni de noches, ni de mañanas, ni de carreteras, ni de coches. Porque las ganas y la complicidad ardieron en el infierno. Y no me han quedado ganas de ti en general. Solo una indignación que se parece a la resaca de los domingos y un poco de odio hacia todo lo que tenga que ver contigo.